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CAPITULO 11
Cuando un desastre sucede
Es posible que usted esté familiarizado con la ley de Murphy la cual dice: “Si algo puede salir mal, va a suceder”. Enfrentémoslo. Incendios, inundaciones y otros desastres pueden dañar su habilidad de manejar su dinero diariamente. No sólo los desastres naturales o artificiales golpean sin advertir, sino que le pasan a cualquiera y pueden dañar muy gravemente las habilidades de las víctimas para conducir transacciones financieras esenciales.
Según la Corporación de Seguro de Depósito Federales (FDIC), dice que ciertamente el Huracán Katrina fue historia en los EE.UU. en el 2005, sin embargo; muchas otras calamidades tales como inundaciones, incendios, terremotos, tornados, huracanes o eventos similares que frecuentemente ocurren
en toda la nación, forzando a la gente a evacuar sus casas. Otros desastres menores también pueden dañar o destruir propiedades o artículos perso- nales. Simplemente pregunte a cualquiera que se le haya roto una tubería de agua en casa, lo cual convirtió el sótano en una piscina.
Recientes informes de noticieros afirman que se usaron de forma fraudulenta aproximadamente $1.4 mil millones en ayuda guberna- mental para desastres y víctimas de los huracanes Katrina y Rita, esta es una razón más para no esperar que el gobierno venga a ayudar. Nosotros no podemos controlar los desastres, pero si podemos
El quejarse constantemente es la peor forma de pagar por todas las comodidades que disfrutamos.
—Benjamin Franklin
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