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ellos aceptan que efectivamente las tienen, les cuesta trabajo reconocer cuales son dichas debilidades. Siempre es más fácil reconocer lo que está mal en alguien más. El mantener un buen registro financiero le ayudará a reconocer donde están sus debi- lidades. Dichas debilidades se van a reflejar en sus gastos discrecionales, es decir, áreas de gasto que son por opción y no por necesidad.
A continuación le proporcionamos los tipos de emociones más comunes que pueden crear estragos financieros.
“Necesito satisfacción inmediata”.
Demasiadas personas tienen dificultad para
esperar semanas, meses o años para lograr una estabilidad financiera. Mientras muchos comienzan con firmeza, un contratiempo o unas vacaciones que simplemente no pudieron evi- tarse causan que esa firmeza desaparezca. Si usted no tiene la disciplina para negarse nueva ropa o una cena cara este mes, usted tendrá más
deudas el próximo mes.
El pesimista. Si no cree que las cosas mejorarán, usted está aumentan- do sus posibilidades de caer en una deuda más profunda. Por otro lado, aunque la mayoría de los profesionales financieros creen en el poder del pensamiento positivo, ellos saben que se necesita más que eso para lograr el éxito financiero. Los expertos dicen que muchos compra- dores habituales gastan irresponsablemente para satisfacer su estado de melancolía. Reconozca sus desafíos y planee de acuerdo con ello.
Siempre hay un mañana. Sí, es verdad, siempre hay un mañana, pero también es verdad que al que madruga, Dios lo ayuda. Deje de poner excusas y permita que sus hábitos de ahorro comiencen hoy día. Si siempre lo ha dejado para después, alguien más se está ganando sus intereses.
Las emociones y el dinero